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miércoles, 15 de julio de 2020

EL POBLADO COSTERO DE TORRELASAL

GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:

Por: JUAN E. PRADES BEL, "Pragmátic" ("ESPIGOLANT CULTURA": taller de historia, memorias y patrimonios).

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…

(Temáticas): DATOS PARA LA HISTORIA DEL PARQUE NATURAL DEL PRAT DE CABANES-TORREBLANCA (CASTELLÓN, ESPAÑA).


"LOS PRETÉRITOS MOTIVOS FUNDACIONALES DEL POBLADO COSTERO DE TORRELASAL,  EN LA RIBERA DE CABANES DE LOS SIGLOS XVIII-XXI".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.

El poblado rural de Torre la Sal, también referenciado  como Torre de la Sal o Torrelasal situado en el término municipal de Cabanes (Castellón), se trata de un lugar ensoñador ubicado junto al mar, es una aldea acogedora para el foráneo visitante, y para los autóctonos es un vínculo entrañable, y un sutil contenedor de  esencia cultural de una manera de ser y de vivir en el medio rural, es un lugar asentado sobre la prehistoria, pero la parte urbana emana historia de la época moderna, de un pasado fundacional agropecuario y marinero, orígenes que se remontan en el tiempo desde finales del siglo XVIII hasta el actual siglo XXI.
-  Hoy día se hace difícil saber o conocer, toda la evolución histórica y la dimensión de este entorno, puesto que el tipo de vida individual, familiar, social y económica a ido cambiando y desapareciendo con el paso del tiempo y el pasar de sus gentes, del pasado solo van quedando rescoldos de unos vínculos emotivos de vida, comprimidos en unas memorias que desaparecen.
 - Pero a pesar de esas precariedades de testimonios vivos, el propio territorio lleva escrito en su bagaje su propia memoria y lenguaje, encerrando y conservando en sí mismo parte de la información y los vestigios de esos periodos pretéritos del pasado, que permiten al investigador interpretar la evolución histórica del territorio de Torre la Sal y alrededores, acercándonos a su evolución a partir del siglo XVIII, reflejándose en sí una cosmovisión continuada de un poblado de vida rural, conformado por agricultores y ganaderos de mayoritaria tradición agropecuaria, conviviendo con algunos pescadores locales, y con pescadores foráneos de residencia o tránsito temporal, hasta la década de los años 60 del pasado siglo XX, estos marineros estacionales venían del grao de Burriana, alquilando casas a los labradores en Torrelasal para venir a trabajar en la época de primavera-verano para la explotación de los caladeros de esta costa.
- Hay en Torre la Sal varios iconos históricos presentes, tangibles y visitables que suelen pasar desapercibidos, y se deberían de velar y salvaguardar de su desaparición, e incorporarlos como bienes culturales y de patrimonio de interés local, y proyectar sobre ellos la visión de un valor cercano de memoria para la trasmisión y la divulgación de la historia y la cultura local, y por y para la interpretación evolutiva y proyectual del territorio, se trata de hitos que marcaron, motivaron, sostuvieron o incidieron con su presencia en el azaroso devenir de la historia y en la fundación de Torrelasal .
A continuación, muestro una reseña de iconos, obras hidráulicas, hitos y elementos relevantes que en parte inciden e interactúan en la historia reciente de época moderna y contemporánea del poblado de Torre la Sal:
(1)- LA TORRE VIGIA DE COSTA DE TORRELASAL: La torre vigía de costa de Torrelasal, fue construida en el siglo XVI, pertenecía a la línea de torres de defensa de la costa del antiguo Reino de Valencia, cumplía la misión de vigilancia y de protección de los habitantes de las poblaciones costeras ante los ataques de los piratas berberiscos. Toda la costa se podía comunicar de torre en torre, y estas, con los castillos, para dar la alarma sobre la presencia de piratas en las aguas marítimas cercanas. Este baluarte militar llamado torre de la Sal, el topónimo salino es por estar enclavado en el extremo sur de un terreno que fue una salina ibero-romana. La torre se encuentra junto a la playa al sur del poblado, a una distancia de unos 200 metros, la torre es de planta cuadrada de unos seis metros de lado. Dispone sillares en las esquinas y de mampostería irregular en el resto de las paredes. El vano de la única puerta de acceso es de arco de medio punto, recayente a la fachada que mira hacia la torre del Rey en Orpesa del Mar. El poblado Torrelasal toma su nombre prestado de esta torre vigía de la costa.
(2)- CANAL DEL PONT ROIG: El canal de drenaje de la acequia del Pont Roig es una obra hidráulica de conducción de aguas, construido en una primera obra a finales del siglo XVIII, sucesivamente se ha ido drenando y reparando toda la parte final de la obra por los destrozos que causa el mar, este canal ésta relacionado con los quadrons/marjales (azarbes), el canal es una gran acequia de tierra que conduce el agua drenada de los manantiales llamados en estas tierras” Ullals”, y de las acequias que drenan “els Quadrons”, para dirigirlas a desaguar al mar. En el tramo final de la obra del canal donde se encuentran las dos aguas dulces y salobres fue abierto el canal excavando su cauce sobre las rocas de calcarenitas, que es una barrera natural de rocas sedimentarias que protegen frente a los embates del mar, las viviendas del poblado de Torre la Sal. 
- La  obra de la bocana a la parte final del canal fue diseñada y construida con piedras talladas trabadas con otros sillares trabajados, construyendo asimismo un puente de paso y un sistema de compuertas de abertura y cierre para regular el paso del agua drenada sobrante o para cerrar su extracción en épocas de sequias, o para evitar el reflujo de las mareas que pudiesen entrar en el canal de drenaje de la acequia. La bocana empedrada del Pont Roig también llamado con los topónimos “canal Vell” o “canal Empedrat”, desemboca en el mismo poblado de Torrelasal.
(3)- EL CANAL DEL CENTRO: Se trata de una obra hidráulica  de drenaje, con acequias de tierra, canales, en la desembocadura del canal hay un puente de paso, que emplaza un sistema de compuertas de cierre y apertura para regular el cauce de salida del agua. Esta obra parece fue construida o abierta para drenaje en una primera obra a  finales del siglo XVIII, en varias ocasiones se ha drenado todo el canal y reparado la parte final de la obra por los destrozos que sobre la infraestructura a venido causando el mar .
- Este canal del Centro ésta relacionado con los drenajes de “els Quadrons” de los antiguos arrozales, está compuesto por una gran acequia que conduce el agua drenada por filtraciones, para desaguarla al mar, en la bocana del canal fue construido un puente de paso vecinal y un sistema de compuerta para regular el paso del agua drenada y sobrante, para la regulación del flujo del agua en movimiento, la circulante y escurrida aguas arriba, atrapada y drenada por la propia obra hidráulica, o bien para cerrar la extracción de aguas en épocas de sequias y mantener los niveles de agua para salvaguardar el nivel freático de los azarbes de los marjales y de las norias, o en sentido inverso para evitar el reflujo de las mareas que pudiesen adentrarse en el canal. Esta parte final de la bocana del canal del centro fue construida con piedra tallada y sillares trabajados.
(4)- LA FOSA ALUVIAL CUATERNARIA DE LA PLANA LITORAL OROPESA-TORREBLANCA: En esta fosa se alberga el gran humedal del Prat de Cabanes-Torreblanca declarado Parque Natural que cuenta con protección medioambiental, este paraje albergó los llamados “els Ullals de la Boca de l’Infern” y “ els Clots de l'Infern”, más al sur está la albufera de Oropesa, hoy día totalmente colmatada y desecada, que fue uno de los lugares en cuanto a provocación de epidemias más peligroso y mortífero del antiguo Reino de Valencia .
(5)- EL ROQUER O ROQUEDO LITORAL DE TORRELASAL: El roquedo sobre el que se cimienta el poblado y que constituye una barrera frente a la invasión del mar, protegiendo las viviendas y a sus habitantes del azote de la bravía mar, evitando males mayores tanto materiales como personales, y otros daños que suelen provocar los fuertes temporales de mar y aquí se evitan estratégicamente por medio de esta barrera natural de tipo dunar, pétrea y fosilizada, con vinculaciones antrópicas pre y protohistóricas. Las primeras casas del poblado de Torre la Sal de época moderna, se las sitúa en donde hoy día es una placeta de obra construida por delante del paseo marítimo, y que estaban entre los dos canales, era una agrupación de 4 o 5 casas antiguas, cuyos cimientos se levantaron al construir la plaza, quedan vestigios de paredes de cimentación. En las décadas centrales del siglo XX, en donde hoy día  existen dos palmeras, se situaba una casa que recaía sobre el Canal de Centro, está vivienda fue habilitada para ser la residencia del comandante del puesto de la Guardia Civil de Torre la Sal que estaba a unos 20 metros del cuartel situado al otro lado del canal, detrás del cuartel delante de la masía de Benjamín (también llamada la casa del inglés o del capataz) donde existía un pozo de agua dulce que se podía beber, a pesar de estar el pozo casi dentro del mar.
(6)- LES SENIES (NORIAS DE SANGRE): Las norias se construyeron a todo lo largo del “camí de l'Atall” (camino de los Atajadores), el gradiente sedimentado se va elevando paulatinamente y los niveles freáticos quedan hondos entre 2 y 5 metros de profundidad, por lo que para aprovechar el agua subterránea se tenían que perforar pozos y construir norias . Estas norias en su mayoría fueron construidas a lo largo del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, con anterioridad en época morisca y andalusí ya existían norias por los alrededores a partir del año 1000 en uso vigentes hasta finales del siglo XX .
(7)- ELS CUADRONS/MARXALS: “Els cuadrons” son parcelas agrícolas rodeadas de acequias de drenaje, excavadas y abiertas en dirección sudeste-noroeste que drenan  las aguas surgentes conduciendo esas aguas de manantial nacientes, y derivando el drenaje del agua de lluvia hacia los canales mayores (les sequies grans) abiertos longitudinalmente, abriendo el suelo por excavación direccionada de norte a sur, para hacer circular las aguas de estancadas a corrientes, drenándolas y conduciéndolas para desembocarlas al mar.  Los aquí llamados “cuadrons” son parcelas de tierra con azarbes, en Torreblanca se denominan “marxals” (marjales) que ya describió Antonio Josef Cavanilles a finales del siglo XVIII (1795-1797) en su obra “Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia”, en que describe un relato sumamente descriptivo de las marjales de la Ribera de Cabanes:"...Continúa el cultivo hasta más allá de Torreblanca, en donde empiezan las marjales...la más baxa, que sin duda estuvo anegada en otros tiempos y lo estaría aun sin la industria de los hombres, se ve cruzada en ángulos rectos por varios azarbes, por donde las aguas corren a otros principales que se dirigen al mar. La tierra que resultó del cieno que produxo la excavación y limpia de azarbes se esparce por los campos, y va engrosando la superficie con repetidas y nuevas mejoras; ...".
La limpieza de los azarbes para quitar el cieno que cita Cavanilles los oriundos lo denominan palonar y se realiza con una herramienta de hierro como una pala muy plana que se llama paló.
(8) Otros elementos: El acüífero del Maestrazgo, la casa del inglés o casa del capataz....
 - La pregunta que impulsa este trabajo es el tratar de vislumbrar los acontecimientos y los motivos de sus moradores fundadores, sobre qué fue, lo que determinó la elección de ubicación y construcción paulatina de este asentamiento tan encima del mar por los colonos agrarios, cuya motivación para vincularse a este lugar era la ocupación y la explotación de las tierras colindantes de labranza, los yermos y los pastos.
Hay dos iconos claves que han marcado el destino histórico de este territorio, uno es la torre vigía, un símbolo de defensa de la costa del país y de sus habitantes contra los ataques y “razzias” de la piratería islámica, durante siglos esta amenaza real impidió el desarrollo agrícola y económico de la zona costera y de las áreas prelitorales. El otro icono importante es el humedal del Prat, un lugar que provocaba numerosos brotes de peste, según nos informa (Pablo Giménez Font ) que lo describe en los siguientes términos (sic): “... Hacia el final del siglo XVIII existen referencias a las transformaciones de la albufera de Oropesa  para evitar los repetidos brotes de paludismo de 1767 (año en que enfermó toda la población salvo una mujer), 1777, 1778 y 1784. Se realizaron entonces intentos de desecación, drenaje y colmatación, así como el desvío del cauce del río Chinchilla. Las referencias documentales constatan altos niveles freáticos y estancamiento de aguas que no consiguen remediar la apertura de zanjas y canales de drenaje. Estas condiciones ambientales no son favorables para el poblamiento en torno a los humedales del Prat de Cabanes de lo que se deduce que las fluctuaciones climáticas y freáticas, tal y como hemos planteado en esta discusión, debieron tener incidencia en la ocupación del entorno de la Torre de la Sal en el pasado. Cambios más recientes de planificación con diversos intentos de explotación agrícola del Prat de Cabanes (aterramientos, apertura de canales y golas) acaban fracasando y en las décadas recientes se produce un abandono de cultivos y la recuperación del humedal. Desde 1956 se aprecia además un retroceso de la línea de costa que en algunos tramos llega a ser del orden de 30-60 metros...”
El intento de solución a estas grandes epidemias y males que diezmaba mortalmente a gran parte de la población vino de una Real cédula de Carlos III en el año1785 (Real Cédula de S.M. y señores del Consejo, por la cual se manda que para evitar en lo sucesivo las Epidemias de Tercianas ocurridas en el Reyno de Valencia, se pongan en curso las Aguas estancadas, y se observen las demás reglas que se prescriben para dicho fin. Año 1785. Imp. Benito Monfort, Valencia, 5 pp.)
Las obras de drenaje y desecamiento del humedal, permitió a las gentes sobrevivir sabiendo que el lugar era un foco de epidemias, paludismo, malaria, terciana, miasma, vapor o calenturas. Pablo Giménez-Font en su obra “la epidemia de malaria de 1783-1786: notas sobre la influencia de anomalías climáticas y cambios de usos del suelo en la salud humana” comenta sobre el conocimiento de esta enfermedad a finales del siglo XIX y las medidas de prevención de la época, y dice así (sic) :”....Cuando en 1880 Charles Louis Alphonse Laveran descubrió que el vector de la enfermedad era un mosquito, la medicina había alcanzado un grado tal de conocimiento sobre su comportamiento que, en algunos textos médicos, la mayoría de ellos basados en la experiencia acumulada, bastaría con cambiar las palabras «miasma» o «vapor» por la palabra «mosquito», para pensar que se estaba hablando de la misma cosa. No obstante, la diferente causalidad tuvo influencias directas sobre teorías médicas y estrategias de control de la enfermedad: si el ambientalismo resaltaba la necesidad de trasformar las condiciones del medio —último causante de la enfermedad—, la irrupción de las corrientes bacteriológicas a finales del siglo XIX recalcó la necesidad de actuar sobre el individuo y su entorno inmediato”.

CONCLUSIONES (por Juan E. Prades):
(1)- Los intentos de poblamiento de este territorio de agua, se debían al interés de explotación de las bondadosas y fructíferas tierras colindantes, y para aprovechar los recursos que ofrecía el agua con garantías para el desarrollo de la agricultura.
- Las casas del poblado de Torre la Sal, muy probablemente se construyeron para dar acogida y cobijo, a las familias que allí fueron a vivir, muchos de los nuevos vecinos eran del interior, de Cabanes y de la Plana de l'Arc, todos de oficio y tradición agropecuaria.
- El proceso de ocupación y transformación de los alrededores para poner en cultivo las tierras lacustres y todas las tierras útiles para labranza, empieza a partir de los siglos XVIII-XIX y todo el siglo XX.
(2)- Lo que motivo la elección del lugar y el punto en donde poder construir sus casas los colonos del asentamiento de Torre la Sal no fue por un hecho al azar, fue un motivo medido y meditado, sobre las complejas vinculaciones entre las personas, la sociedad, la salud y el medio ecológico bien sabidas y entendidas y vistas a lo largo de la historia, todo parece indicar que el fin determinante de la elección del propio lugar, fue un propósito de profiláxis salutífera, con la intención de prevenir y tratar de evitar al máximo las enfermedades, tratando de cuidar de la salud propia de personas y animales domésticos, el vivir en las proximidades de las zonas pantanosas con aguas estancadas hacia tener miedo, prudencia y respeto a los medios acuáticos de aguas estancas, en 1882 una de las medidas de prevención contra las epidemias fue la prohibición de plantar arrozales en esta zona, y la obligación de evitar el estancamiento de las aguas muertas, dándoles vías de drenaje, corriente y movimiento, y dotar de  una desembocadura de desagüe para verter las aguas sobrantes al mar.
- La brisa y el viento, venidos del mar hacia tierra, sobrepasando un terreno llano sin montañas ofrecían ciertas garantías de salud, se tenía comprobado que protegía a los vivientes de enfermar, como ejemplo muestro el caso citado por Cavanilles en el año 1792 en su visita de estudio a su paso por la plana de Albalat que cita esas observaciones sobre la albufera de Oropesa del Mar (sic):.”...Mueren entonces los peces que entraron con las aguas del mar; perecen las infinitas plantas acuáticas que crecieron con lozanía; se levantan de estos despojos y cadáveres vapores infectos, y se altera la atmósfera de tal modo, que al tragar el ayre los vivientes beben la muerte, ó el veneno que la ocasiona. Los vientos soplan regularmente del mar hacia la villa (Oropesa), y hallando obstáculos insuperables en los montes acumulan continuamente la infección sobre los pobres vecinos. Así es que los dos ó tres que viven en la torre del Rey, situada a la orilla del mar sobre un cerrito de mármol negro, se conservan sanos, mientras que los del pueblo están gravemente enfermos. Se ha observado que cuando reyna el viento de norte, no se agravan las enfermedades y se suspende el contagio. En un pueblo de tan pocos vecinos hubo año de morir hasta quarenta personas, de estar todos enfermos esperando igual suerte, y de perecer todos los niños: estos mueren de tercianas, y los grandes de calenturas malignas que declinan en pulmonía  y dolores de costado. Todo forastero se puede contar por perdido en tiempo de epidemia: con dificultad puede resistir á los primeros ataques por la violencia con los que les entra la calentura , dexándolos sin fuerza y regularmente sin uso de razón . Las enfermedades se manifiestan en Julio, y aumentan en malicia hasta noviembre: los que evitaron la muerte quedan con tercianas otoñales de una malignidad extraordinaria...
Así comenzó la heroica epopeya del asentamiento de Torrelasal....
(Juan Emilio Prades, Torreblanca/2013)
ADDENDA:
Charles Louis Alphonse Laveran (1845-1922), Médico microbiólogo: "En 1878 después de haber acabado mi periodo de agregación en la Escuela de medicina militar de Val de Grâce, fui enviado a Argelia para responsabilizarme de un servicio en el hospital de Bône. Gran número de mis enfermos padecía fiebres palustres y me sentí obligado a estudiarlos, pues en Francia sólo había observado formas raras y benignas de la enfermedad. Tuve la oportunidad de hacer la autopsia de individuos fallecidos de fiebre perniciosa y de estudiar la "melanemia", es decir, la formación de pigmento negro en la sangre de los sujetos afectados por fiebres palustres. Ésta había sido descrita por varios observadores, pero no se fijó ni la constancia de esta alteración en la malaria, ni la causa de la producción del pigmento.
Fui sorprendido por las características particulares que presentaban los granos de pigmento, en particular en los capilares del hígado y los centros cerebroespinales, y procuré buscar en la sangre de los enfermos afectados por la fiebre palustre la formación del pigmento. Encontré en la sangre leucocitos más o menos cargados de pigmento; junto a éstos, cuerpos esféricos pigmentados de volumen variable, dotados de movimientos ameboides, libres o adheridos a hematíes; corpúsculos no pigmentados que formaban manchas claras en los hematíes; por último, elementos pigmentados en forma de medias lunas que llamaron mi atención; supuse que se trataba de parásitos.
En 1880, en el hospital militar de Constantine, descubrí sobre los bordes de los cuerpos esféricos pigmentados, en la sangre de un enfermo afectado de fiebre palustre, elementos filiformes que se parecían a flagelos que se agitaban con una gran vivacidad desplazando los hematíes próximos; desde entonces no albergué más dudas sobre la naturaleza parasitaria de los elementos que había encontrado; describí los principales aspectos bajo los cuales se presenta el hematozoario de la malaria, en notas y en un opúsculo titulado Nature parasitaire des accidents de l'impaludisme, description d'un nouveau parasite trouvé dans le sang des malades atteints de fièvre palustre, Paris 1881, dirigidas a la Academia de Medicina y a la Academia de las Ciencias (1880-1882). Estos primeros resultados de mis búsquedas fueron acogidos con mucho escepticismo. En 1879, Klebs y Tommasi Crudeli habían descrito, con el nombre de Bacillus malariae, un bacilo hallado en el suelo y en el agua de las localidades palustres y el gran número de observadores italianos habían publicado trabajos que lo confirmaban. El hematozoario que presenté como el agente de la malaria no se parecía a las bacterias; se presentaba bajo formas singulares; se salía, en una palabra, del dominio de los microbios patógenos conocidos, y muchos observadores, no sabiendo cómo clasificarlo, optaron por lo más simple: poner en duda su existencia. En 1880, la técnica del examen de la sangre era, desgraciadamente, muy imperfecta, lo que contribuyó a prolongar las discusiones relativas al nuevo hematozoario. Hubo que perfeccionar esta técnica e idear nuevos procedimientos de tinción para poner de manifiesto la estructura del hematozoario. Los trabajos que ratificaban lo que yo encontré fueron raros al principio, pero se multiplicaron después cada vez más, al tiempo que se descubría, en diferentes animales, parásitos endoglobulares que presentaban gran parecido con el hematozoario de la malaria. En 1889, mi hématozoario había sido hallado en la inmensa mayoría de las regiones palustres; no podíamos ya poner en duda su existencia, ni su papel patógeno.
Antes que yo, los numerosos observadores habían procurado sin éxito descubrir al agente de la malaria; también habría abandonado si me hubiera contentado con examinar el aire, el agua y el suelo de las localidades palustres como se había hecho hasta entonces; tomé como base de mis búsquedas la anatomía patológica y el estudio in vivo de la sangre palustre, y así es como pude llegar al final". Después del descubrimiento del parásito de la malaria en la sangre de los enfermos, todavía no se había resuelto una cuestión importante: ¿ en qué estado existía el hematozoario en el medio exterior y cómo se producía la infección? La solución a este problema requirió trabajos largos y laboriosos.
Después de haber intentado vanamente descubrir al parásito en el aire, en el agua o en el suelo de localidades palustres, y cultivarlo en los medios más variados, llegué a la convicción de que el microbio ya se encontraba en el cuerpo del hombre, en estado parasitario, y muy probablemente en los mosquitos. Emití esta opinión en 1884 en mi Traité des fièvres palustres y volví a repetirlo varias veces”.
BIBLIOGRAFIA:
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- PRADES BEL, JUAN E.(2007): La Font de Miravet (Cabanes). Periódico el7set nº110, 26 de julio , año 2007, pag.42, serie temática Fonts d'aigua.
-PRADES BEL, JUAN E.(2006): Monolit i petroglifo de l'esglesia d'Albalat (La Ribera  de Cabanes). Periódico el7set nº94, 14 de diciembre, año 2006, pag.32, serie temática Pels camins de la Ribera....
-PRADES BEL, JUAN E.(2013): "Los patrimonios de la Plana de Albalat: Las dunas fósiles del Pleistoceno-Holoceno de "les Caletes dels Pensaments" de Torre de la Sal , Ribera de Cabanes". Publicación en el “Llibre  Festes Patronals Sant Pere, La Ribera de Cabanes”, página 51-53, any 2013.
-PRADES BEL, JUAN E.(2014): "El Prat de Cabanes y Torreblanca que vio Antonio Josep Cavanilles en 1791-1795”. El7Set....

COLECCIÓN FOTOGRÁFICA DE JUAN E. PRADES BEL
Temática: Torre de la Sal.



















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