GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:
Por: JUAN E. PRADES BEL, "Pragmátic" ("ESPIGOLANT CULTURA": taller de historia, memorias y patrimonios).
(Sinopsis):
RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…
(Temáticas):
DATOS PARA LA HISTORIA DEL MUNICIPIO DE BORRIOL (CASTELLÓN).
(Temáticas): LAS GUERRAS CARLISTAS EN LA PROVINCIA DE CASTELLÓN.
"LA
BATALLA DE BORRIOL DEL DOMINGO 5 DE JUNIO DE 1836, RELATADA EN PRIMERA PERSONA POR GONZALO DE CÁNOVAS EN CALIDAD DE TESTIMONIO VISUAL Y PARTICIPANTE DIRECTO DE LOS HECHOS".
Escribe:
JUAN EMILIO PRADES BEL.
INTRODUCCIÓN: La primera guerra carlista fue una guerra civil que se desarrolló en España entre los años 1833 y 1840 entre carlistas y liberales.
EXPOSICIÓN DOCUMENTAL:
Documento 1º: El Eco del comercio (Madrid). 10/6/1836, n.º 772. "Del diario mercantil de Valencia del día 6 tomamos el siguiente parte que manifiesta las nuevas ventajas conseguidas sobre la facción en el día 5 y en la provincia de Castellón de la Plana, dice así: Capitanía general dé los reinos de Valencia y Murcia.=: Plana mayor.= El coronel don Gonzalo Cánovas, comandante de la primera columna de operaciones de la provincia de Castellón, me dice con fecha del 5, á las ocho y media de la noche desde la capital de la expresada provincia, lo que sigue: .—Excmo. Sr.—Las armas de S.M. la Reina nuestra Señora han obtenido un triunfo completo sobre la facción del infame Serrador, que confiado en la superioridad de sus fuerzas compuestas de unos 2000 infantes y 250 caballos, y apoyados en las formidables posiciones de las alturas de la cuesta de Borriol, osó provocar á nuestros valientes. El combate ha sido acertado y á él se ha seguido una lección importante que nunca olvidarán los malvados. Mas de 90 de ellos muerden la tierra; sus heridos son bastantes, y en su vergonzosa huida abandonaron muchas armas, una caja de guerra y otros trofeos.
De
nuestra parte cuento ocho heridos entre los cuales hay tres bizarros oficiales,
capitán de caballería del Rey D. Antonio Masías, teniente del provincial de
León D. Francisco Rodríguez, y subteniente D. Francisco Prades del 3." de
voluntarios de Valencia, sintiendo haya sido de gravedad el sargento segundo de
caballería José Paz. La acción ha durado desde las dos y media de la tarde
hasta esta hora en que entro con mi pequeña columna en esta capital donde quedó
toda la fuerza movilizada de las compañías de tiradores cubriendo su dilatada
línea ó recinto.
El comandante de escuadrón del 1.°de línea del Rey don José Rizo, que á pesar de hallarse enfermo dejó la cama y se puso al frente de 32 caballos de su cuerpo, ha hecho prodigios de valor, sobre todo en una carga contra el grueso de la caballería facciosa hábilmente dirigida , que fue precursora de la victoria alcanzada por estos bravos en unión del provincial de León, que apenas contaba 400 hombres, y á cuyo frente se ha hallado constantemente su digno y valiente gefe el señor coronel don Pedro Antonio Hidalgo: ambos cuerpos se han llenado de gloria.
Los
señores oficiales D. Joaquín Laso de la Vega, gefe de la P. M. y mí ayudante
D. José Amaro de Trujillo se han portado con la bizarría y serenidad de
costumbre , comunicando mis ordenes con la mayor eficacia, y despreciando
siempre toda clase de peligros.
Entre el número de los valientes cuyos nombres espresaré en mi parte detallado, luego que me sean conocidos, no quiero retardar en citar i V. E. al patriota D. Sebastián Mareca , que se presentó voluntariamente , y durante la acción embebido en la bizarra compañía de cazadores del provincial de León , al que desde ahora recomiendo á V. E. muy particularmente , así como los demás señores gefes y oficiales ya mencionados.
Lo que de orden de S. E. hago saber al público para su satisfacción. Valencia 6 de junio de 1836.= El brigadier gefe de la plana mayor. =Juan Sociats.
El parte que antecede no hace sino confirmar lo que en otras ocasiones hemos dicho, y es que los facciosos nunca vencen sino sobre seguro, y aprovechándose de los descuidos: en lo demás ya acometan ya sean acometidos, ya sean inferiores ya superiores en número, como en la acción de Borriol, siempre deben contar con derrota segura, y esto debe animar á los desconfiados , y persuadirles que la muestra sola de resistencia es ya garante de la victoria. Pueblos, pelead y venceréis; quered solo, y los esclavos del despotismo, los cobardes asesinos desaparecerán para siempre de la faz de una tierra cansada de sufrirlos".
Documento 2º: El Español (Madrid. 1835). 12/6/1836, n.º 225. "NOTICIAS DE VALENCIA. CASTELLÓN DE LA PLANA. La 1.ª columna de operaciones ha tenido un ataque con la facción del Serrador, compuesta de 2.000 infantes y 200 caballos en las alturas de Borriol. La pérdida del enemigo ha sido de 90 muertos, muchos heridos, y habérsele cogido varios efectos de guerra: por nuestra parte se cuentan ocho heridos, entre ellos tres oficiales.
El 8
llegó el coronel Van Halen á Molina de Aragón, donde ha puesto ya las baterías
por si el enemigo osare acercarse".
Documento 3º: El
Español (Madrid. 1835). 13/6/1836, n.º 226. "PARTES RECIBIDOS EN LA
SECRETARÍA DE ESTADO Y DEL DESPACHO DE
LA GUERRA. El general encargado de la capitanía general de Valencia en 7 del
corriente mes, traslada el siguiente parte que le ha dirigido el coronel D. Gonzalo
Cánovas, gefe de la primera columna de operaciones.
“Primera
columna de operaciones de la provincia de Castellón. Excmo. Sr.: Las armas de S.
M. la REINA nuestra Señora han obtenido un triunfo completo sobre la facción del
infame Serrador, que confiado en la superioridad de sus fuerzas, compuestas de
unos 2.000 infantes y 250 caballos, y apoyada en las formidables posiciones de
las alturas de la cuesta de Borriol, osó provocar á nuestros valientes. El combate
ha sido acertado, y á él se ha seguido una lección importante que nunca
olvidarán los malvados. Mas de 90 de ellos muerden la tierra: sus heridos son
bastantes, y en su vergonzosa huida, abandonaron muchas armas, una caja de guerra
y otros efectos. De nuestra parte cuento 8 heridos, entre los cuales hay 3
bizarros oficiales, capitán de caballería del Rey D. Antonio Macías, teniente
del provincial de León D. Francisco Rodríguez, y subteniente D. Francisco
Pradas, del tercero de voluntarios de Valencia, sintiendo lo haya sido de
gravedad el sargento segundo de caballería del mismo cuerpo José Paz.
La
acción ha durado desde las dos y media de la tarde hasta esta hora, en que entro
con mi pequeña columna en esta capital, donde quedó toda la fuerza movilizada
de las compañías de tiradores cubriendo su dilatada línea é recinto. El
comandante de escuadrón del 1.° de línea del Rey, don José Rizo, que a pesar de
hallarse enfermo dejó la cama y se puso al frente de 30 caballos de su cuerpo, ha
hecho prodigios de valor, sobre todo en una carga, contra el grueso de la
caballería facciosa, hábilmente dirigida, que ha sido precursora de la victoria
alcanzada por estos bravos, en unión del provincial de León, que apenas contaba
400 hombres, y á cuyo frente se ha hallado constantemente su digno y valiente gefe
el Sr. coronel D. Pedro Antonio Hidalgo: ambos cuerpos se han llenado de
gloría.
Los
señores oficiales D. Joaquín Laso de la Vega, gefe de la plana mayor, y mi
ayudante D. José Amaro de Trujillo se han portado con la bizarría y serenidad
de costumbre, comunicando mis órdenes con la mayor eficacia, despreciando siempre
toda clase de peligros.
Entre
el número de los valientes, cuyos nombres expresaré en mi parte detallado luego
que me sean conocidos, no quiero retardar, citar á V. E. al patriota D. Sebastián
Mareca, que se presentó voluntariamente, y durante la acción se batió embebido
en la bizarra compañía de cazadores del provincial de León, al que desde ahora
recomiendo á V. E. muy particularmente, así como los demás señores gefes y
oficiales ya mencionados.
Dios
guarde á V. E. muchos años. Castellón de la Plana a las ocho y media de la
noche del 5 de junio de 1836—
Excmo.
Sr.—El coronel de infantería, Gonzalo de Cánovas.
Excmo.
Sr. comandante general del distrito de Valencia. —Es copia.—Bretón".
Documento 4º: El
Nacional (Madrid. 1835). 16/6/1836. “NOTICIAS OFICIALES. Partes recibidos en la
Secretaria de Estado y del Despacho de la Guerra. Primera columna de
operaciones de la provincia de Castellón. = A las dos de la tarde, del domingo
último, una alarma general se difundió por esta capital, y enterado de ser la causa
que le origino el parte dado por un buen patriota, cuyo nombre y domicilio
conviene no hacer público, avisando venir la facción en dirección de esta villa
por al camino de Borriol, estando ya en la altura de la cuesta, al instante
dispuse se formase mi pequeña columna, compuesta de 385 provinciales de León al
mando del Sr. coronel D. Pedro Antonio Hidalgo, 200 quintos del provincial de
Lorca al del capitán D. Pedro Teruel, y 270 del 3.º de voluntarios de Valencia
al de su comandante D. Baltasar Cerrillo, que con 33 caballos del Rey, 1º de Línea
á las órdenes del teniente graduado de capitán D. Antonio Masías, más unos 20
de la Guardia Nacional movilizada de Valencia de la izquierda del Turia, a las
del capitán D. José Aguilar; total de mis fuerzas únicas para contrarrestar á
los 2000 infantes y 250 caballos, capitaneados por el criminal José Miralles,
(a) el Serrador. Determine mi salida al encuentro de la facción, que solo distaba
ya tres cuartos de hora; y á los
quince minutos entrados en el extenso arbolado que por dicha parte circunda la
población, hice alto y subdividí las fuerzas en tres secciones, dirigiendo la
de la derecha con el provincial de León su coronel; la de la izquierda, que la
formaba el 3.º de voluntarios de Valencia su comandante Cerrillo, colocando como
en reserva los quintos de Lorca, que cubrían la indicada fuerza de caballería,
llevando la vanguardia de esta arma los del Rey, 1º de línea. En seguida se
emprendió con calma nuestra regularizada marcha hacia los rebeldes, habiendo
hecho adelantarse á los bizarros sargento segundo Francisco Diaz, cabo primero
José Robles, con los soldados Joaquín Hernández, Luir Guzmán, Mariano Castuera
y Antonio Fernández, de caballería del Rey, como exploradores, que precediendo á
las guerrillas de las secciones de derecha e izquierda, verificaban un prolijo
reconocimiento, que aseguro á V. E. cumplieron de tal modo mis instrucciones, que
su recuerdo me causa todavía una agradable admiración, pues no cabe, más
inteligencia, serenidad e imponente desprecio del enemigo.
La entusiasta
Guardia Nacional de caballería de Castellón, teniendo á su cabeza el acreditado
comandante don Antonio Vera, primer alcalde de esta villa , según prevención de
este señor gobernador militar el coronel don Francisco González, se situó á
cosa de un cuarto de legua cubriendo toda mi retaguardia, como reserva del
arma, para en caso de necesidad obrar en observación, de la carretera real y
del camino que seguía la columna.
Puedo,
decir á V. E. que se condujo á mi satisfacción. Debo advertir á V. E. que el
dignísimo comandante de escuadrón don José Rico, cual expuse á V. E. en mi primer
parte, á pesar de su delicado estado de salud, se unió á mí desde Castellón,
hallándose constantemente á mi lado, así como los beneméritos oficiales capitán
de la brigada Real de artillería de marina don Joaquín Laso de la Vega, gefe de
la plana mayor, y mi ayudante, que lo es él del provincial de Lorca el teniente
don José Amaro Trujillo, quienes solo para el desempeño de las comisiones que les
confié llevando ó comunicando mis órdenes se separaron cuando lo juzgué
conveniente, conduciéndose siempre con la serenidad, prontitud é intrepidez que
ya tienen acreditado.
A
una media hora de la capital detuve otra vez la columna, y acompañado de los
citados, comandante Rico y oficiales de plana mayor, avanzamos por fuera de la
línea de nuestras guerrillas, ya extendidas por uno y otro flanco, habiendo
hecho cerrar en masa por compañías à las tres secciones, á reconocer por
nosotros mismos el campo enemigo, al que se le observó que apoyando su base en
las formidables é infranqueables eminencias de la cuesta de Borriol, hacia
descender al llano toda su caballería siguiéndole la infantería. Y deduciendo
estar muy próximo el momento de principiar la acción con tantas desventajas por
nuestra parte, sin perder tiempo me separé del expresado comandante Rico, á
quien recomendé que con el ayudante Trujillo continuase observando á los
malvados, ínterin que acompañado del gefe de la plana mayor Laso de la Vega, recorría
nuestras filas procurando avivar más y más el entusiasmo y sed de gloria de que
estaban poseídas, recordándoles, la necesidad de repetir las pruebas de valor
que jamás desmintieron.
Mis
palabras surtieron todo el objeto qua me propuse. Al volver al punto avanzado
de que había partido, noté que precediendo un vocerío despreciable y de
costumbre en los enemigos, sus guerrillas rompieron un fuego vivísimo, cargando
impetuosamente y á la vez con 180 y tantos caballos, sostenidos por una nube de
sus mejores tiradores: esta fue la situación más crítica de nuestra parte que
ya no daba lugar á meditar nada, y que exigía una determinación pronta, extraordinaria,
para evitar la catástrofe que nos amenazó. Felizmente, me ocurrió ir sobre
ellos, acometerles, no disputarles sino arrancarles la victoria; y al efecto con
la velocidad del rayo dispuse el ataque general, cuyo toque repetido por las
bandas militares, inflamó a nuestros bravos soldados, que cargando decididamente
sobre los rebeldes, consiguieron aterrarlos y arrollarlos en términos de deber
su salvación á la vecina montaña que se apresuraban muchos a ganar refugiándose
otros al barranco que había al pie de la cuesta y á nuestro flanco izquierdo.
Esta operación ejecutada en pocos minutos, nos dio el triunfo completo que obtuvimos
pues solo la caballería del Rey, á cuyo frente se colocó el intrépido comandante
Rico, dirigiendo con suma inteligencia y serenidad la carga que causo á los facciosos
una pérdida de consideración en la que también por nuestra parte tuvimos la
desgracia, de que fuese herido el valiente capitán graduado don Antonio Masías,
de quien el mismo gefe me ha hecho los mayores elogios, y los demás bizarros
del Rey, 1.º de línea; pero que decidió el resultado de tan apreciables
esfuerzos.
Roto
el fuego por los cazadores de León y del 3.º de voluntarios de Valencia, duró
por espacio de cinco horas y media sin interrupción, contestando á el los
enemigos, quienes con el objeto de imponernos bajo la apariencia de un segundo
ataque, protegiéndose desde las elevadas posiciones que ocupaban, hicieron
bajar al indicado barranco nuevas fuerzas; pero su verdadero deseo fácilmente
conocido por mí, era entretener el tiempo, apeteciendo que sucediese el hermoso
astro que presidia nuestras glorias, las tinieblas de la noche porque suspiraba
para huir de nosotros, alejándose del teatro en que habían experimentado su
derrota.
Todo
mi empeño consistió desde el principio, en atraerlos á la llanura; pero como
esta canalla solo ansia tirotearse desde las cumbres, teniendo por escudo los
peñascos para desde ellos asesinar impune y cobardemente á nuestros valientes,
no quise darles éste placer, y me contente con que desde el pie de las crestas
de la sierra en que se refugiaron después de batidos, apagasen sus fuegos; lo
realizaron con tal acierto, que después, he sabido que en los vericuetos
tuvieron varios heridos, subiendo hasta 20 el número de muertos.
Con la
idea de facilitar algún ligero descanso a los fatigados cazadores de León después
de tres horas y media de fuego, hice que la compañía de granaderos la relevase,
y aumentando la fuerza con cazadores quintos de Lorca, mandados por mi ayudante
Trujillo, los cuales también se batieron con serenidad, sosteniendo el fuego con
el mayor orden, concluyendo esta brillante acción a las siete y media de la noche con
unos resultados los más felices, y que
sin cesar confiesan y publican todos los moradores de esta rica capital amenazados
bajo tantos conceptos por la infame horda que en su necia fantasía se imaginó
ser capaz de vencernos.
El
enemigo se mantuvo en sus posiciones sin disparar un solo tiro sobre nuestra
retaguardia cuando ordene el regreso de las tropas, y sin atreverse a descender
de ellas ni un solo foragido. Calculo su perdida, según los datos después, en unos 120 muertos
y sobre 60 heridos (los más de gravedad) que han conducido a Benasal, contándose
entre los primeros el Curro de Villanueva. La nuestra, aunque corta, es mayor
que la que exprese a V.E. en mi anterior comunicación, y me es doblemente
sensible por haber averiguado que al malogrado subteniente Francisco Prades,
del 3º de voluntarios de Valencia, después de haberle atravesado su cuerpo con
tres balazos, resistiéndose heroicamente cuando cargo a su guerrilla la
caballería facciosa, le fusilaron en la propia cresta de Borriol. Conducta
bárbara y cruel que hace contraste con el esmero y delicada asistencia que ha sido dada al
rebelde Vicente Navarro, natural de Onteniente, sargento segundo entre ellos,
qué habiendo sido herido gravemente al hacerle prisionero, se le admitió en
dicho establecimiento, en el que murió en la noche de ayer".
ADDENDA:
ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL
ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):
GONZALO
DE CÁNOVAS: Gonzalo de Cánovas y Martínez (militar). Fecha de nacimiento :….Lugar
de nacimiento: la familia vivía en Totana (Murcia, España); Defunción :...Familia
inmediata: Hijo de Gonzalo de Cánovas y Josefa Antonia Martínez; Marido de
Juana Manuela Aledo; Hermano de Alejandro de Cánovas y
Martínez.
BIBLIOGRAFIA,
WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:
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