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domingo, 4 de julio de 2021

LO QUE SE DEBE DE OBSERVAR EN ESPAÑA, 1833.

(Temáticas): GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR...

POR: JUAN E. PRADES BEL (TALLER DE HISTORIA, MEMORIAS Y PATRIMONIOS).

(Serie): LAS EXPERIENCIAS Y RECREACIÓNES ANTROPOLÓGICAS DEL HISPANISTA RICHARD FORD (1796-1858), LEGAJOS DE SUS ENTRETENIDOS Y DUROS VIAJES POR ESPAÑA MONTADO EN LAS DILIGENCIAS ESPAÑOLAS DE LOS AÑOS 1830-1833.

"LO QUE SE DEBE OBSERVAR EN ESPAÑA, RESEÑAS DE RICHARD FORD DEL AÑO 1833".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.

INTRODUCCIÓN: El relato costumbrista del siglo XIX que motiva el tiempo y espacio de este artículo, es una maravillosa obra escrita entre los años 1830 y 1833, con la cuál su autor Richard Ford nos da una lección intelectual de vida, de ser, de ver, y de pensar, y nos ofrece unas reseñas en la primera parte del texto, que bien podríamos aprender y aplicar para nuestra mejora como sociedad, si bien sabemos leerlo y entenderlo como un buen mensaje retrospectivo. Este artículo, se basa en una autobiografía, con las palabras propias dejadas por el escritor y viajero Richard Ford, este ilustre personaje inglés era un curioso aventurero y periodista atraído por la antropología, la filosofía y la literatura de España, especialmente ilustrado e inspirado por las obras literarias de Miguel de Cervantes. Richard Ford escribía, dibujaba y describía de forma concienzuda y realista las experiencias y situaciones de las que muy atentamente era testimonio presencial, de las cuales tomaba notas muy detalladas de todo aquello que para el, siendo extranjero procedente de un nivel económico alto y acomodado y de un país de costumbres mucho más refinadas que las de las clases populares españolas, describía en sus manuscritos y crónicas todo aquello que le resultaba llamativo y característico de sus compañeros de viaje españoles, con los cuales compartía asiento, hospedaje y mesa con los que coincidía a lo largo del transcurso de sus viajes. Muchas de las crónicas que escribió con detalles de sus experiencias en España, fueron publicadas en la revista trimestral Quarterly Review. Ford se vino a vivir temporalmente en España por causas personales, concretamente en Sevilla, pero la aventura de Ford por recorrer España le sobrevino por la inspiración que le produjo la lectura de El Quijote de Cervantes. El editor londinense de la revista Quarterly Review llamado John Murray y amigo de Richard Ford, fue quien le animó e incitó a publicar las crónicas de sus viajes por España. Posteriormente, debido al interés y calidad intelectual de las crónicas, John Murray pidió a Richard Ford publicar un libro recopilatorio sobre España, para completar una colección de libros-guías que estaba editando sobre Europa para viajeros y lectores ingleses, Richard Ford accedió a escribir el libro recompilando las crónicas manuscritas de sus viajes y de convivencia entre los españoles de las clases populares; Ford explica este hecho en una carta a su amigo George Borrow, comentándole que está narrando a los lectores ingleses sus viajes a lomos de una jaca cordobesa (yegua de raza cordobesa). Este libro de viajes extraído y sintetizado de los manuscritos y experiencias de los viajes de Richard Ford por España, se publicó en Londres en el año 1841 con el título “Handbook for travellers in Spain and Readers at Home” y fue un gran éxito de ventas.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL: DE LAS EXPERIENCIAS DE RICHARD FORD DE SUS VIAJES POR ESPAÑA, RECOPILADAS ENTRE 1830 Y 1833. LO QUE SE DEBE OBSERVAR EN ESPAÑA, EXTRACTO DE SU OBRA “THINGS OF SPAIN. THE COUNTRY OF UNFORESEEN”.

TEXTOS Y PALABRAS DEL PROPIO RICHARD FORD (1796-1858):

- “LO QUE SE DEBE OBSERVAR EN ESPAÑA”. Después de tratar de los medios más aceptados en España para viajar, vivir y ser enterrado, es natural que nuestros amables lectores deseen averiguar qué atractivo especial puede inducir a personas que viven con cierta holgura a aventurarse en esta tierra de pasatrabajos, en la que, donde menos se piensa, saltan las ratas, no la liebre. «Lo digno de observación, es algo muy difícil de explicar, porque, ¿quién puede proveer a la infinita variedad de gustos, a las diferencias por las cuales la naturaleza da a cada carácter lo que la conviene? ¿Y quién se atrevería a decidir cuando los doctores no se ponen de acuerdo, como siempre les ocurre, en cuestión de gustos, ya que cada cual tiene su manera de ver las cosas y sus manías y predilecciones?. No hay, pues, que decir que todo el mundo es un yermo, ni empeñarse en hallar cizaña donde se crían flores. El buscar lo bueno es el camino más seguro de llegar a la excelencia, y el no apreciarlo donde está, es síntoma seguro de mediocridad. El esfuerzo constante por refinarse acostumbra a pensar, y, por la larga contemplación del bello mundo externo, se sorprenden trozos del bello mundo interno, y los pocos escogidos pueden permitirse una ojeada de los esplendores ocultos para el gran vulgo, que tiene ojos, pero no ve, y que apenas si observa las cosas de la naturaleza externa hasta que se le dice qué es lo que debe mirar, dónde se encuentra y cómo debe contemplarlo, con lo que se les concede un nuevo sentido, una segunda vista.

- ¡Felices cien veces, aquellos que han perdido las telillas de los ojos y que, en lugar de mirar puerilmente, han aprendido realmente a ver! Para ellos brota limpia, pura y abundante, una fuente de placeres desconocidos, según la proporción en que comprendan las formas, bellezas y colores infinitos con que la naturaleza adorna cada una de sus obras, aunque sus más puros goces se revelan a los iniciados como premio reservado a los que se dirigen a su altar con sencillez de espíritu y se entregan a su adoración con toda su alma, su corazón y su entendimiento. Con estas caritativas intenciones fue con las que nuestro buen amigo John Murray ideó primero las Guías, y luego las escribió él mismo, enseñando a los demás cómo mojar la pluma para escribir esos libros rojos, que enseñan a hombres, mujeres y niños lo que han de observar para acabar con los “laquaisde place” (lacayos) y anular a los autores de excursiones de verano. Pocos señores de los que publican notas de sus rápidos viajes por la Península mejoran sus superficiales diarios con estudios profundos de los que suelen tratar las guías; resbalando, como golondrinas, por la superficie y persiguiendo insectos, ni atienden, ni distinguen las joyas que se esconden allá abajo, en el fondo; ven toda la paja y la escoria que flota en la superficie y apuntan en sus cuadernos todo lo que está podrido en España. De aquí la semejanza de algunas de sus obras; libros y bandidos se parecen unos a otros, llegando así los escritores y los lectores a encontrarse encerrados dentro de un círculo vicioso. Nada molesta tanto a los españoles como ver volúmenes y volúmenes acerca de ellos y de su país escritos por extranjeros que sólo han echado una rápida ojeada sobre un aspecto del asunto, y ése, precisamente, el que más avergüenza a los españoles, y lo consideran menos digno de atención. Este entrometimiento continuo en los defectos de la tierra, para hablar luego de ellos, ha aumentado el desagrado que sienten hacia la tribu del Curioso Impertinente. Bien conocen ellos, y bastante lo sienten, la decadencia de su país; pero, igual que los hidalgos pobres, que sólo pueden enorgullecerse del pasado, ocultan con ansiedad estos secretos de familia hasta a sí mismos, y mucho más a la curiosidad de aquellos que casualmente son superiores a ellos, si no por la sangre, por las riquezas materiales.

ADDENDA: ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS Y CITADOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN E. PRADES):

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

- Juan Villuga, Pedro (1546):"Repertorio de todos los caminos de España: hasta agora nunca visto en el q[ua]l allará q[ua]lquier viaje q[ue] quiera[n] andar muy puechoso pa[ra] todos los caminantes co[m]puesto por Ped[r]o Juan Villuga vale[n]ciano, e impresso en Medina del Campo por Pedro de Castro, a costa de Juan de Espinosa, en el año 1546".

- Gonzalo Menéndez Pidal, 1992: "España en sus caminos", Madrid, Caja de Madrid, 1992.

-Gonzalo Menéndez Pidal, 1951:  "Los caminos en la Historia de España",  Ediciones de Cultura Hispánica, Madrid.

- Townsend, Joseph (1791): Viaje por España.

- Pedro Rodríguez de Campomanes, Conde (1761): Itinerario de las Carreras de Posta de dentro y fuera del Reyno. De orden de su majestat Carlos III, Imprenta de Antonio Pérez de Soto, Madrid, 1761.

-https://historiasdecarreteras.com/

- Cavanilles, Antonio Josef (1795): Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reino de Valencia. En la imprenta real, Madrid, 1795.

- Richard Ford: "Gathering from Spain”. “Things of Spain. The country of unforeseen”. (Cosas de España: el país de lo imprevisto).

- Richard Ford (1922): Cosas de España: (el país de lo imprevisto) 1796-1858. Tomos I y II. Grabados: Gustavo Doré. Traducción directa del inglés y prólogo de Enrique de Mesa. Madrid : Jiménez Fraud, año 1922. (Colección abeja ; 5 ; 6).

ARCHIVO.




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