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domingo, 15 de septiembre de 2019

LA ANTIGUA IGLESIA DE SAN FRANCISCO JAVIER DE TORREBLANCA, SIGLO XIV.


GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:
LA ANTIGUA IGLESIA DE SAN FRANCISCO JAVIER DE TORREBLANCA, SIGLO XIV.
JUAN EMILIO PRADES BEL
La antigua iglesia de San Francisco Javier de Torreblanca, es  también conocida como la ermita de San Francisco o la iglesia-fortaleza de San Francisco; se trata de un templo católico medieval, actualmente desacralizado, situado dentro del vallado antiguo de la población, adosado a las antiguas murallas de la villa; desde que se construyó el Calvario en el siglo XVIII, ha sido parte integrante del mismo. En el año 1982 se inicia el expediente de declaración del conjunto monumental —la iglesia de San Francisco, la capilla del Calvario y el recinto de las estaciones—, como Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional, y el 28 de septiembre de 2007 se reconoce el conjunto como Bien de interés cultural (BIC), en la categoría de Monumento.

Esta antigua iglesia desde su fundación fue sede parroquial, hasta la construcción de la actual iglesia de San Bartolomé, en el siglo XVII. En el año 1.397 fue el escenario, de un grave asalto berberisco en el que robaron la custodia y arrasaron la población con asesinatos y tomas de rehenes, lo que provocó un contraataque cristiano para recuperar y castigar los daños perpretados.
- La iglesia fue construida en el siglo XIV, siguiendo el tipo de las iglesias de reconquista, con una funcionalidad claramente defensiva, formando un bastión integrado en la muralla en la parte alta de la población.​ La funcionalidad defensiva del templo se ve en las diversas aspilleras que agujerean las paredes, la barbacana lateral que protegía el acceso original, las almenas insinuadas en la parte superior de los muros, y los restos de muralla adosadas al templo. Posteriormente se sustituye la cubierta de madera por la bóveda, lo cual provocó una mayor carga y la quiebra de los arcos, y la necesidad de añadir muros ataludados. Esta reforma se hizo a finales del siglo XVI, posiblemente en 1591, cuando la población volvió a crecer con motivo de la concesión de la carta de poblamiento de 1576. Cuando se construye el Calvario, la iglesia queda integrada en el conjunto, y en el año 1816 se cambia el acceso, y la puerta de medio punto adintelada del lado de la Epístola queda tapiada, y se abre una puerta a los pies de la nave.
BIBLIOGRAFÍA:
- Estrada, J. Lluís; Jarque, Annabel; Linares, Josep C. (1998): “Arquitectura de reconquista al norte del país valenciano: Iglesias de arcos diafragma a las comarcas de Castelló (siglo XIII)”. Forum de investigación, núm. 3, 1998, pp. 1-8. ISSN: 1139-5486.
- Zaragozá Catalán, Arturo (2009): “A propósito de las bóvedas de crucería y otras bóvedas medievales”. Anales de Historia del Arte, Vol. Extra: Cien años de investigación sobre arquitectura medieval española, 2009, pp. 99-126. ISSN: 0214-6452.
- Marín Sánchez, Rafael (2011): “Bóvedas de crucería cono nervios prefabricados de yeso y de ladrillo aplantillado”. A: S. Huerta; I. Gil; S. García; M. Taín (eds.). Actas del Séptimo Congreso Nacional de Historia de la Construcción. Santiago de Compostela, 26 - 29 de octubre de 2011. Madrid: Instituto Juan de Herrera, 2011, pp. 841-850 [Consulta: 22 de enero de 2015].
- Rodríguez Culebras, Ramón (1983): “Torreblanca. Calvario”. A: Catálogo de monumentos y conjuntos de la Comunidad Valenciana. vol. II (en catalán y castellano). Valencia: Generalitat Valenciana, 1983, pp. 200-207. ISBN 84-500-8938-7.
- Barceló Cortés, Agustí (2013): “La memoria de las plantas: aproximación etnobotánica a la iconografía del Itinerarium mentis in Deum representado en la iglesia de San Francisco, Torreblanca, Castellón”. A: Palabras, símbolos, emblemas: Las estructuras gráficas de la representación (en castellano).[1] Madrid: Sociedad Española de Emblemática: Turpin Editoras, 2013, pp. 181-196. ISBN 978-84-940720-2-4.
- Rodríguez Culebras, Ramón (1985): “La iglesia fortaleza de San Francisco de Torreblanca”. Centro de Estudios de la Plana, núm. 1, enero-marzo 1985, pp. 57-64.

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